La Barrica de la Oca

Nueva dirección: c/Argentina 2A, 1ª Planta, Oficina 8 (Cáceres)

viernes, 1 de agosto de 2008

La Bastida

Resulta difícil efectuar un estudio histórico sobre el origen de este pueblo. La Bastida no tiene condiciones de estrategia; sin embargo, su nombre bastida, bastilla o bastión recuerda indudablemente a alguna de las fortalezas abandonadas, bien al norte del pueblo (las primeras que hallamos después de Navarredonda, que limita con este término), bien en la Mata del Castillo. Los prehistoriadores de los campamentos celtas que aparecen en el oeste de la Península creen que éstos fueron ocupados anteriormente por pueblos preceltas, que ocuparon estas zonas ante la sequía del segundo milenio antes de Cristo. Más tarde los Celtas ocuparon esta zona.
Volvamos a la Bastida. Una bastida es una máquina que se empleaba para derribar las murallas enemigas en la Edad Media, pero Bastida como pueblo no resulta fácilmente determinable, puesto que esta palabra no tiene su origen en el Latín. Parece más bien de origen germánico (los godos era un pueblo germánico). La primera vez que aparece escrito es en 1629; en aquellas fechas se escribía con V.
La comarca de la Sierra de Francia fue repoblada por gentes procedentes de Francia, traídas por don Raimundo de Borgoña; estas gentes se establecieron de modo pacífico como colonizadores, por lo que no necesitaban bastidas para derribar castillos ni cilleros que guardaran sus despensas (el pueblo vecino se llama Cilleros de la Bastida); en todo caso, hubieran sido los musulmanes los que usaran estos instrumentos en sus incursiones en tiempos de Almanzor, siglos antes de que llegaran los franceses.
La Mata del Castillo es una fortaleza prehistórica, con mejores condiciones de habitabilidad que otras colocadas en riscos casi inhabitables por su altitud. Ocupa este castro lo alto de una loma con terraplén que hace las veces de muro. En su punto más accesible, que es por el Occidente, está lo que llaman el Castillo, donde hay señales de un edificio de consideración. Por el centro se ven solares de muchas casas, entre cuyos escombros se han hayado algunas fusayolas que delatan el paso de la población a través de la Edad del Hierro.
En el preciso límite de La Bastida con Aldeanueva de La Sierra está el solar de un dólmen llamado el turuñuelo.

domingo, 20 de julio de 2008

Ledrada

Los primeros restos de los que tenemos noticias en Ledrada son de la Edad del Bronce, localizados en la zona de El Cotillo, Las Coronitas y los Castillejos. En el paraje de los Castillejos se conservan vestigios de una fortaleza que tuvo su origen en la Edad de Bronce, que perduró en la Edad de Hierro, y aún cabe pensar que fuera utilizada, posteriormente, por los romanos. En las Coronitas, hubo dos castros prehistóricos, pertenecientes a la Edad del Hierro”.
Estos poblados estaban situados en lugares de fácil defensa, los constituían casas circulares y la actividad fundamental de sus pobladores era la agricultura y, sobre todo, la ganadería.

Durante la Edad Antigua, el término municipal de Ledrada estuvo ocupado por el pueblo celta de los Vettones, si bien no hay noticia alguna sobre la existencia de un núcleo estable.
Los Vettones eran un pueblo celta que se estableció en las provincias de Salamanca, Ávila y Norte de Cáceres. Su economía se basaba principalmente en la ganadería, debido a que ocupaban zonas con escasos recursos agrícolas. Vivían en castros, de los que se conservan algunos en la provincia salmantina y esculpiron los famosos "verracos" (figuras de toros y jabalís en piedra de gran tamaño, en actitudes pasivas o defensivas, como los llamados toros de Guisando), esculturas de piedra que representan toros o cerdos.
La llegada de los romanos se produjo a lo largo del siglo II a. d. C. y los pueblos celtas apenas opusieron resistencia, por lo que no disponemos de noticias que nos ayuden a saber sobre esta época.
Tampoco disponemos de restos que confirmen la presencia de los romanos, pero cabe suponer que se utilizó como atalaya y defensa dada su proximidad a la Calzada Romana.
Bien pudo ser Ledrada una “Vigia literata sestertium”, torre de vigilancia que levantaban los romanos para vigilar la llanura del Río Gusín o Sangusín. Torre similar a la que construyeron en la Cabeza de Béjar o la Calzada de Béjar; luego, tras la reconquista, convertida en asentamiento permanente al igual que las otras dos citadas. Tal vez sirviera incluso de comunicación con la indiscutible y muy principal ciudadela de la Calzada, cuyas ruinas de obras aún pueden contemplarse. Una vez romanizado el territorio, el primer asentamiento seguramente fue el actual barrio de Casares. Este hecho podemos datarlo en los siglo V al VII d. C.

Con la caída del Imperio Romano por tribus bárbaras procedentes del Europa, se inicia la Edad Media caracteriza por ser un periodo de retroceso cultural y social, la escasez de documentos escritos y la fragmentación del territorio. No obstante, disponemos de algunos restos que nos hablan de la presencia de asentamientos. El actual barrio de los Casares fue el primer asentamiento fijo cuando los habitantes de la zona abandonan los castros y se trasladan a zonas menos inhóspitas. En Val de las Casas, en las proximidades del río Sangusín y en la zona de los Chevitales quedan restos de construcción y fragmentos de cerámica.
Los sepulcros encontrados al norte del pueblo son la prueba de la continuidad de la población en este lugar, si bien no podemos precisar la fecha de los mismos.
A las invasiones germánicas le sucedieron las árabes que sin duda utilizaron las calzadas romanas para su desplazamiento y conquista de la península. En el siglo XI estas tierras fueron liberadas por tropas navarras, vascas y castellanas.
Cuando en el año 1157 muere el rey Alfonso VII divide su reino entre sus dos hijos, dando a Fernando VIII León y a Sancho IV Castilla, quedando la vía o ruta de la Plata como frontera entre ambos reinos. Y Ledrada, incorporada a Castilla, mantendrá su condición de encrucijada y frontera juntamente con los pueblos cercanos de Sanchotello, San Medel, La Puebla, Peromingo, etc. formando parte del Concejo de Béjar.
Su importancia religiosa debió ser grande, pues el beneficiado de Ledrada figura en el año 1234 como uno de los fundadores del “Cabildo de Clérigos del quarto de arriba de la tierra de Bexar”. Y durante muchos años, Valdelcasa y Peromingo fueron anejos a la iglesia de Ledrada.
A finales del siglo XIV, año 1396, Béjar y su alfoz pasan a pertenecer a Diego López de Stúñiga. Esta incorporación le será notificada a los vecinos por medio de un veredero. A partir de esa fecha, Ledrada y el resto de la Tierra de Béjar queda vinculada a la familia de los Stúñiga, Señores primero y, más tarde, Duques de Béjar, hasta la desaparición del régimen feudal en el año 1811.
En 1479 se promulgan las Ordenanzas de la Tierra de Béjar, que regula la vida y las relaciones entre las personas y sus actividades económicas. Por ellas, sabemos que Ledrada era un pueblo agrícola y ganadero.
La Cañada Real que discurre al oeste del término municipal se utilizó desde finales de este periodo para el tránsito de ganado, a pesar de que no pertenecía a la red de cañadas reales y se intentó que no fuera utilizada por los ganaderos.

El descubrimiento América originó un flujo migratorio que llevó a muchas familias de Castilla a emigrar a las nuevas tierras. En relación con Ledrada sólo tenemos noticias de que Francisco Gómez, soltero de veintitrés años, emigró en el año 1619, según consta en las listas de embarque del Archivo General de Indias de Sevilla.
En el censo de 1528, el municipio de “El Adrada” figura con 22 vecinos pecheros y San Medel y La Puebla con 19 vecinos.
A mediados del siglo XVIII se elabora el Catastro de Ensenada cuya finalidad era hacer un inventario de los bienes para establecer un tipo de contribución común de acuerdo con la riqueza de cada uno de los vecinos. Para elaborar el Catastro de cada lugar se constituía una comisión en la que un grupo de vecinos iban contestando al cuestionario de 40 preguntas, enviado a todos los pueblos y ciudades de la Corona de Castilla. Dicha Comisión estaba integrada por el Alcalde, el Regidor, el Procurador, el Cura Párroco y el Escribano de la localidad, junto con varios vecinos del pueblo como personas que conocían el término y a sus moradores.
El Catastro de Ensenada, nos aporta gran cantidad de datos para conocer aspectos fundamentales del pueblo a mediados del siglo XVIII.
Las tierras de Ledrada estaban divididas en tres hojas, denominadas del Carrascal, de Arriba y del Campo. Cada una de ellas comprendía diversos terrenos como huertos, linares, prados, cortinas, tierras de labranza y monte. Para cultivar estas tierras el pueblo tenía treinta y cinco labradores y veintiséis jornaleros.
En cuanto a producciones y oficios existía un molino harinero en el arroyo del Quebrajano de una sola piedra. Había dos tejedores de lino y uno de lana. Once criadas, ocho mozos sirvientes, un cirujano-sangrador, un herrero y un cartero. El pueblo carecía de taberna, carnicería, panadería, tienda y mesón. Una actividad destacada era la de arriero con siete vecinos que disponían de una a cuatro mulas cada uno.
El Concejo tenía una casa-concejo en el barrio de la Iglesia para encerrar a los presos, una casa en el barrio de los Barrancos que se usaba como fragua y un corral para encerrar el ganado que se retenía por hacer daño en sembrados ajenos.
Igualmente disponía de un juego de pesas y medidas para las transacciones comerciales.

La Guerra de la Independencia de 1808 afectó a Ledrada ya que tropas francesas estuvieron en el pueblo cometiendo numerosos actos de pillaje, requisando alimentos y joyas, asaltando la iglesia y la ermita, expoliando objetos litúrgicos y quemando los archivos históricos. Por otro lado, los mozos de la localidad fueron llamados a filas para luchar contra los franceses con el beneficio de que las deudas que tuvieran en ese momento contraída quedaba suspendida hasta su regreso, si éste se producía.
El Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal (1826) de S. Miñano señala que el pueblo contaba con ciento ocho vecinos con un total de trescientos sesenta habitantes. Mientras que sus anejos, Puebla y San Medel solamente tenía 25 vecinos. Igualmente señala que era un pueblo con muchos trajineros.
El Diccionario geográfico-estadístico-histórico de Salamanca de 1848 a 1850 de Pascual Madoz, señala que contaba con 78 casas de mediana construcción, repartidas en diferentes calles y una plaza; disponía de tres fuentes de cuyas aguas se surtían todos los vecinos, el clima era destemplado, siendo las enfermedades más comunes las pulmonías y los catarros y abundaban las cabezas de ganado porcino que pastaban en sus dehesas con otro tipo de ganado. En cuanto a la población le asigna 86 vecinos y 300 almas.
En el año 1852 se elabora el proyecto de trazado de la vía férrea de Astorga a Plasencia. Sin embargo, trascurrirán cuarenta y cuatro años para su inauguración en julio de 1896. La línea Astorga (Palazuelo de) Plasencia o “Vía de la Plata”, significó el progreso y la prosperidad para Ledrada y la vecina Guijuelo, favoreciendo el desarrollo de la industria chacinera.
Superada la Guerra Civil, el municipio emprende el camino del progreso, impulsado por la laboriosidad de sus habitantes, la experiencia acumulada como arrieros, el contacto con la industria chacinera de Candelario y la ruta del ferrocarril.
El Diccionario Geográfico de España publicado en Madrid en 1959, señala que en esa fecha Ledrada cultivaba una media de 30 ha. de cebada, 20 ha. de trigo, 12 ha. de centeno, 10 ha. de algarrobas, 5 ha. de patatas y que su viñedo alcanza las 30 ha. de cultivo.
En cuanto a la ganadería, el diccionario nos aporta los siguientes datos: 854 gallinas, 677 ovejas, 259 cerdos, 233 cabezas de vacuno, 216 asnos, 106 cabras, 104 conejos y 9 caballos.
El crecimiento del pueblo se manifiesta en sus mil ciento treinta habitantes, las 23 fábricas de embutidos, 2 carpinterías, 2 tahonas, 1 molino de harina, 1 horno de tejas y ladrillos, 1 sucursal bancaria, servicio de correos, central telefónica y central telegráfica. Dispone de cuatro escuelas, una escuela privada, dos fondas, dos veterinarios, una farmacia y un cine. Los viernes se celebra mercado. En estas fechas ya cuenta con abastecimiento de agua y alcantarillado y algunas calles pavimentadas.
En la actualidad, la actividad agrícola ha desaparecido y las tierras se destinan a la ganadería, si bien su cabaña ha disminuido. Su actividad se centra en la industria chacinera encuadrada en la Denominación de Origen “Jamón de Guijuelo”.

miércoles, 4 de junio de 2008

Gallegos de Argañán

¿De dónde viene su nombre?
El nombre de "Gallegos" es un toponímico muy frecuente en lo que es hoy la provincia de Salamanca, posiblemente hace referencia a los pobladores, que en distintas ocasiones, se trajeron a estas tierras oriundos de Galicia: quizás la más importante de estas repoblaciones fue la que hizo el Rey leonés Fernando II, sobre 1157.

El sobrenombre que los distingue de todos los demás Gallegos, el "ARGAÑAN", se puede interpretar que procede de "argaña", haciendo alusión a la fertilidad de estas tierras para la producción de los cereales de los que proceden las argañas. En este mismo sentido cerealista, puede proceder de ara-gañan, refiriéndose al mozo de labranza, gañán es el que ara y también el que cuida el ganado de labranza.

ORIGENES Y BREVE RESEÑA
Los orígenes de Gallegos, históricamente hablando, pueden remontarse, como en mucho otros sitios, al neolítico. Debido a la escasez de documentos, no se puede verificar esta hipótesis, si bien, existen hallazgos en sus cercanías de las pinturas rupestres de Siega Verde, la existencia de los dólmenes de Hurtada, castros vetones, villas romanas, etc, etc.. que vaticinan la presencia humana en la zona.
HISPANIA ROMANA:
Hacia el año 200 antes de Cristo, Aníbal llegó a Salamanca y Toro, explorando la zona y reclutando mercenarios.

Desde 154-134 a .C. se extiende la guerra llamada Celtibérico-Lusitana, muy sangrienta para los romanos: comenzó con P.Cornelio Escipión hasta terminar en Numancia. De esta época puede ser la piedra que se conserva incluida en uno de los contrafuertes de la Capilla Mayor de la Iglesia Parroquial. Esta piedra recuerda un ofrecimiento motivo al Dios Júpiter. Situada a una altura aproximada de 2,5 metros, en torno a la octava hilada se aprecia un bloque rectangular con la siguiente inscripción: VITULUS / ARREINI · F / IOVI · SOL / VTORIO / V·S·L·A. La traducción es: " Vitulo, hijo de Arreino, cumplió de buen grado el voto que tenía hecho, a Júpiter libertador."
La Vettonia era una provincia de la Lusitania y que dependía del convento jurídico de Mérida (Emérita Augusta). Los Vettones (tribu celta) eran los que ocupaban estas tierras. Se extendían en lo que es hoy la provincia de Salamanca, teniendo el río Tormes como límite los Vacceos (Iberos). Estaba en esta época la provincia de Salamanca dividida en tres zonas : Miróbriga (C.Rodrigo), Bletisana (Ledesma) y Salmántica. Esto era más o menos por el año 400 después de Cristo.- Los vettones se dedicaban como principal actividad a la ganadería. (De esta época serían los "Verracos" de los cuales se encuentran por lo menos dos en el pueblo: uno de gran tamaño y muy conservado, que estuvo siempre en la Plaza, se lo llevaron hace años para el Museo Provincial de Salamanca). Los Vettones aunque principalmente ganaderos, también practicaron la agricultura y se hicieron sedentarios. En lo que hoy se llama finca de Gallimazo, quedan restos de un "Castros" entre el Regajal, monte Zamarreño y río Agueda, se le conoce con nombre de Plaza.
HISPANIA VISIGÓTICA:
No hay grandes cambios en esta zona. La división provincial sigue igual (años 400 al 700).
ESPAÑA MUSULMANA:
Aunque es sobre el 711 cuando los árabes comienzan a instalarse en Al-Andaluz, no es hasta las campañas de Almanzor (977-1002), cuando ésta zona es más castigada, debido a este castigo la zona queda prácticamente despoblada y así figura en el año 1035.
No obstante, el rey Alfonso III aprovechándose de conflictos surgidos entre muladíes y árabes, reconquista y repuebla esta zona en la que aún a pesar de las campañas de Almanzor, quedan ya "nucleos pilotos". Ramiro II continua la repoblación, más afianzada aún por la victoria de Simancas. Estas repoblaciones se efectuaron a base de Cántabros y Vascos Occidentales.
Comienza aquí más de 400 años de los que se conoce muy poco y no quedan cosas que resaltar: pensemos en los orígenes de la población que vino a repoblar esta zona, poco dados a la unión. La zona por su orografía era más dada a la ganadería que a la agricultura, por eso se hacían más difíciles los asentamientos estables más transhumantes en busca de pastos adecuados. Hubo durante varios siglos un estado de guerra permanente con los musulmanes: guerras propias de los incipientes reinos Cristianos (leoneses, castellanos, navarros) hasta lograr la unidad y conquista total sobre los árabes con los Reyes Católicos a finales del siglo XV.
Es a mediados del siglo XVI cuando comienza la construcción de la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, 1540. La Iglesia Parroquial de Gallegos de Argañán se construyó en dos etapas sucesivas, apreciándose en su exterior la unión de ambas fases. La primera corresponde a la Capilla Mayor, se construyó en la primera mitad del siglo XVI sobre el año 1540; la segunda fase se realizó en la segunda mitad de dicho siglo.
En 1640 con motivo de la guerra de la Independencia Portuguesa , esta zona estuvo despoblada durante veintiocho años, firmada la paz por la reina Doña Mariana, viuda de Felipe IV, en esta área fronteriza se suceden las guerras por motivos dinásticos y en 1704 vuelve a estar despoblada durante diez años, hasta la firmar la paz con el Tratado de Versalles.

Por el año 1760 comienza la construcción de la Ermita del Santo Cristo de la Exaltación, con un gran número de devotos. Es la típica iglesia de cruz latina, cinco bóvedas apoyadas en un frino, que rodea toda la Ermita: la del crucero remata en cúpula sin linterna, los arcos apoyan en columnas de sillería con zócalos y contrafuertes exteriores, cinco amplios ventanales y dos ojos de buey en el presbiterio, sacristía adosada y también con bóveda, portada exterior en sillería de granito labrada y espadaña para campana. En 1860 se botó a la ermita de un pórtico, que lo forman tres arcos y bóveda, es un conjunto muy logrado y en consonancia con la construcción de la Ermita. En el frente del pórtico hay una piedra con una inscripción que dice " Este pórtico se hizo a expensas de la Cofradía del Santo Cristo de la Exaltación , que aquí se venera", y pone la fecha 9-10-1860.
De la guerra de la Independencia hay muchas cosas escritas, así en el libro de Donald D.Horward, titulado "Ciudad Rodrigo y Almeida, dos asedios análogos:1810", se habla con profusión de Gallegos, el pueblo sufrió los efectos devastadores de toda guerra. Tropas inglesas y aliadas al mando del General Craufurd, tienen su cuartel general en Gallegos. Hay movimientos y escaramuzas contra los franceses intentando detener su avance hacía Almeida, finalmente se produce el llamado "Combate de Gallegos" en el que los ingleses tienen que retirarse hacia Portugal .
Los franceses permanecen en el pueblo hasta que reunidos tres mil hombres parten a la conquista del "Fuerte de la Concepción ", en Aldea del Obispo. Rendido el fuerte y conquistada Almeida, siguen los franceses por Portugal, hasta que derrotados en la línea defensiva de "Pedras Vedras", inician su retirada otra vez hacia España: vuelven a pasar por Gallegos los ingleses con el general Wellington que acude en ayuda de Ciudad Rodrigo, en ese asedio muere el General Craufurd.- La iglesia y la Ermita fueron cuarteles y almacenes de víveres y municiones.
Natural de este pueblo fue Fr Juan de Albín, vivió en la segunda mitad del S.XVIII, tomó el hábito de San Francisco en el Convento de Ciudad Rodrigo y fue nombrado Padre General de los Franciscanos.

domingo, 11 de mayo de 2008

Sancti Spiritus

Existen varios asentamientos prehistóricos nos indican que ya en épocas remotas los valles de los ríos yeltes y Gavilanes acogieron gran cantidad de asentamientos humanos. Entre los que pudieron influir en la puebla de Sancti Spíritus destacan por su proximidad el Abrigo de Camaces, asentamiento neolítico declarado bien de interés cultural en el año 1983. A la vera del Yeltes varios yacimientos delatan presencia humana: El de El Lombo, el castro de la Mesa Grande, varios dólmenes y gran cantidad de objetos encontrados. Y en las riberas del Gavilanes destacan por su importancia los poblados tardorromanos o visigodos de Las Lastras y Fuenterroble. El primero de orientación minera como demuestra la cantera adosada a él. En ambos abundan las téculas y ladrillos de barro. En épocas más recientes, las tierras comprendidas entre los ríos Duero y Tajo fueron consideradas "tierras de nadie" y estuvieron a merced de todos los invasores. Por un lado los árabes del reino de Granada hacían constantes incursiones o razzias desde el sur, buscando el botín de guerra y llenar sus despensas de carne y grano. Por el norte, los primeros reyes del incipiente reino de León propiciaban campañas en las que llevaban a las gentes de estas tierras hacia las montañas del norte, dejando yermas y despobladas para que el enemigo almohade no encontrase víveres en su conquista hacia tierras del norte. Desde el este la hostigación venía de los propios reyes cristianos del reino de Castilla en guerras fratricidas y por último los siempre incómodos vecinos del oeste, habitantes de lo que después sería el reino de Portugal. Con todas estas premisas se consideró prioritario en varias ocasiones poblar y repoblar estas tierras rayanas o de frontera, fortificando algunas de sus plazas y dando facilidades y prebendas para atraer a los colonos. La más importante y decisiva política de repoblación fue la llevada a cabo por el rey Fernando II de León. Este monarca dio el espaldarazo a la repoblación de Ciudad Rodrigo y su comarca y entre las medidas más importantes fue la de la concesión del cambio del sillón episcopal desde la diócesis Calabrense hasta la Mirobrigense. Así en 1161 Ciudad Rodrigo cuenta con obispo. Es la diócesis civitatense. En la actualidad quizá no lleguemos a entender lo que en aquellas épocas significaba para una ciudad y su alfoz ser sede episcopal. Eran centros de poder tan grandes que el propio obispo de Salamanca, temeroso de que el suyo menguara en exceso (Por la pérdida de recaudación de impuestos sobre estas zonas), pidió ayuda al de Ávila, Toro y Zamora entre otros y marchó militarmente contra Ciudad Rodrigo, recibiendo una severa derrota. Los pueblos de la comarca mirobrigense fueron repoblándose poco a poco por colonos del mismo Ciudad Rodrigo o por gentes venidas sobre todo del norte, por ejemplo Bocacara que se repuebla con Riojanos, pero también venían del sur y así Alba de Yeltes se nutre de extremaduranos o extremeños. Sancti Spíritus se puebla principalmente con colonos de los pueblos cercanos, sobre todo Ciudad Rodrigo, atraídos por las tierras llanas e incultas, con lo que poniéndolas en cultivo pasaban a ser de su propiedad, y las grandes extensiones de dehesas para el pastoreo de sus ganados. Tenían además beneficios fiscales y se beneficiaban de su proximidad a Ciudad Rodrigo, participando en sus mercados, y aprovechando su enclave como lugar de paso de comerciantes entre Salamanca y la villa Mirobrigense y en general el mercado entre Castilla y Portugal. En el siglo XIII ya tenemos un asentamiento sólido a orillas del río Gavilanes y en el XIV un par de vecinos de Sancti Spíritus se convierten en caballeros de alarde. Además, a finales de este siglo, sobre 1470 se construye la iglesia parroquial que aún se conserva. A partir de aquí, la historia de Sancti Spíritus seguirá ligada, para bien y para mal, a la de Ciudad Rodrigo, sufriendo continuas guerras y agresiones por parte de los más dispares ejércitos, de forma que no ha pasado centuria en la que no haya habido tres o cuatro conflictos bélicos, en los que se destruían las casas y se arrasaban los campos, arrancando sus vides, quemando sus cosechas y sembrándolos de sal, mientras los vecinos que escapaban se refugiaban en otros pueblos o en el campo hasta que el peligro pasaba. La última de estas agresiones la sufrió en la guerra de la independencia, a principios del S. XIX cuando las tropas francesas en su retirada destruyeron totalmente el pueblo, lo incendiaron, quemando totalmente la iglesia y el ayuntamiento con sus correspondientes archivos y obligando a sus habitantes a refugiarse en Pueblos vecinos como Alba de Yeltes. Razzias- Correrías de los ejércitos o saqueadores en busca de botín Alfoz- Comarca Tierras incultas- Tierras sin labrar ni cultivar Calabrense- Diócesis episcopal de la antigua Calabria, ciudad enclavada en el actual pais de Portugal. Civitatense- Diócesis de Ciudad Rodrigo. Caballeros de alarde- Los vecinos de las villas y pueblos (Generalmente campesinos) que tenían suerte y hacían fortuna podían acceder a la condición de caballeros. Para ello el día de San Martín tenían que hacer el alarde, que consistía en mostrar al rey o su representante que disponían de armas y caballo (Poca gente podía comprar armas o mantener un caballo que no fuera para el trabajo) y por tanto que estaban dispuestos en cualquier momento que el monarca o su señor los reclamase, a acudir en su ayuda. Extremaduranos- Gentes que habitaban la parte baja del Duero, entre éste y el Tajo, con lo que el término era mucho más ámplio que el de extremeño tal como actualmente lo entendemos.

martes, 29 de abril de 2008

La Alberca

De La Alberca hay restos desde la prehistoria, cuya huella permanece en las pinturas rupestres de la época del neolítico en numerosos canchales y riscos de los valles que rodean a La Alberca: Lera y Las Batuecas.
En la Edad Media, entre los siglos XII y XIII se produjo la repoblación por decisión del rey Alfonso IX. Del flujo de gente que llegó a esta tierra, parte destacada fue la de origen francés a través de D. Raimundo de Borgoña, noble francés casado con doña Urraca, una de las hijas de Alfonso VI. Este origen justificaría la numerosa presencia de topónimos franceses en la Sierra de Francia.
Al final de la Edad Media destaca un hecho de importancia capital para la zona: el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia (1434), que convirtió el santuario construido posteriormente en un lugar de peregrinación, al que se unieron los peregrinos del Camino de Santiago que seguían el llamado Camino del Sur por la Calzada de la Plata.
En el siglo XVII la Peña de Francia, con su Virgen Negra, es ya citada por Cervantes en El Quijote; el valle de Las Batuecas es para Lope de Vega el escenario en el que se refugian dos enamorados que huyen de la Corte. Desde entonces La Alberca, con la Peña de Francia y Las Batuecas, han sido un escenario convertido en mito, en leyenda.
Esencia mítica que se mantiene en la actualidad en su arquitectura y su paisaje, en sus gentes y costumbres.

sábado, 26 de abril de 2008

Leyendas de la Sierra de Francia

Un lugar destacado en las leyendas de Salamanca y su provincia lo ocupa la Sierra de Francia. El nombre de Sierra de Francia parece aludir a la presencia de Francos, lo que ha motivado que a lo largo de la Sierra hubiera diversas leyendas relacionadas con estos.
El conde Grimaldos, noble franco, habría sido recompensado por Carlomagno con el título de conde y con el matrimonio con su hija. Pero los celos de Tormillas, hace que Carlomagno le despoje de su bienes y lo envie al destierro. En el destierro su mujer da a luz a su hijo Montesinos. Cuando éste llega a adulto restaura el honor de su padre logrando que sea perdonado y vuelva del destierro. A la leyenda de Grimaldos se le añaden elementos de la Sierra de Francia.
La versión de la Sierra situa la acción en el siglo XIV en vez de en el VIII, y de la corte de Carlomagno se pasa a la corte Luis X. El héroe en este caso se llama Orlando d´Auvernières; también es expulsado por el rey franco y le acompañan, además de sus vasallos, su mujer y su hijo Girm Aldos, llegando a Castilla para ofrecer sus servicios, y más tarde a Portugal. A su regreso pasa por Peñaparda y acampa junto a una fuente (máS tarde llamada Fuenteguinaldo, por Girm Aldos). En su viaje se interna en la Sierra de Francia, pero el conde de Miranda les prohibe acampar, teniendo que hacerlo en la cima de una montaña, y en ella su mejer daría a luz a una niña, en conmemoración edificó una ermita dedicada a Nuestra Señora de Francia.
En invierno los francos se distribuirían por los pueblos de la Sierra, al volver en verano encuentran el campamento y la ermita arrasadas con lo que logra la ayuda de los vecinos de los pueblos para construir una nueva ermita. Fuenteguinaldo debe su nombre al paso de este conde.
Otra explicación de la presencia de los Francos en la Sierra se debería a su llegada para apoyar a Don Rodrigo, tras la derrota de este se habrían hecho fuertes en lugar conocido como Mesa de los Franceses. Hasta este lugar fueron perseguidos por los soldados musulmanes, llegando a enfrentarse en un lugar cercano. En recuerdo de los cristianos muertos en la batalla el obispo Hilario consagró el monte como Monte Sagrado. El mismo Hilario, herido en la batalla, murió en un lugar desde entonces conocido como Sepulcro-Hilario.
El origen de Miranda del Castañar se debería a que el rey Alfonso I cedió a Tibaut o Tibaldo (Montesinos el hijo del conde Grimaldos) la villa por su ayuda en la reconquista.
Fuente Roldán (cerca de Tamames. Según la leyenda Bernardo del Carpio venció a Roldán (protagonista del Cantar de Roldan); en su retirada, éste lanzó su lanza contra un peña de la cual empezó a brotar agua, siendo el origen de la fuente.
Sobre Las Batuecas: en la corte del Duque de Alba dos amantes huyen al ser su relación prohibida por el duque. En su huida llegan a unas montañas al sur de salamanca, donde encuentran a un pueblo de hombres primitivos. Los amantes deciden regresar con el duque e informarle de su hallazgo. El duque informado decide colonizar el lugar y cristianizar a los salvajes, la zona era el valle de las Batuecas. A esta cristianización respondería la fundación del Convento Carmelita de las Batuecas. Con esta leyenda se equipara al Duque de Alba con Colón como conquistador y misionero.

lunes, 21 de abril de 2008

Guijuelo

El primer censo de habitantes de Guijuelo data de 1.534 Reinado de Carlos I , da una población de 124 vecinos para Guijuelo y su anejo (de aquel entonces) de la Dueña (hoy dehesa en el término de Pedrosillo de los Aires). En el año 1.620, Guijuelo no tenía más de 70 vecinos como consecuencia de la despoblación de la zona en la segunda mitad del siglo anterior (hambre, guerras, etc.), y el anejo de la Dueña ya había desaparecido como pueblo por la emigración de sus habitantes. El Catastro del Marqués de la Ensenada de 1.754, da al pueblo 87 vecinos, lo que indica que en un siglo aproximadamente tan solo había crecido en 19 vecinos. Hay que hacer notar que la mortalidad infantil era elevadísima.Según el Diccionario de Miñano, en 1.827, tenía ya 184 vecinos. El aumento de población del anterior censo, la ocupación francesa acaecida en aquella época -aunque se desconoce si en este lugar hubo algún enfrentamiento con tropas de Napoleón-, la batalla de los Arapiles, tan cercana, haría necesaria la aportación de todos los hombres de la región con el correspondiente número de bajas.Como las familias eran numerosas, los habitantes serían más que pueden ser ahora en relación al número de vecinos. Según el censo de 1.910 ya tenía 1.777 habitantes. En 1920 contaba 2.164. Según indica la enciclopedia Universal Ilustrada del tiempo de la República. La poblacion segú el censo de 1997 es de 5.212 habitantes. El P. César Morán en su libro «Reseña histórico-artística de Salamanca y su provincia», dice: Guijuelo es un pueblo de mucho fuste aunque de pocas apariencias».

jueves, 17 de abril de 2008

Abusejo

Tiene 70 casas bajas que pueden decirse forman una sola calle con soportales; iglesia parroquial clasificada de entrada; pósito, casa de concejo, cárcel, escuela de primera enseñanza a la que concurren 18 niños y 14 niñas, y en el campo una fuente de agua regular y una laguna propia del duque de Gor, a quien pertenece la mayor parte del territorio. Este confina al N., con el de Gallegos de Huebra, E., con Anaya de Huebra, S., con Cabrillas y O., con Sepulcrohilario, y el terreno aunque escaso de aguas, es de lo más a propósito del partido para la labranza, y comprende 600 fanegas en cultivo, 200 de pastos, y 500 de erial y matorrales; de aquéllas, 400 son de primera calidad,100 de segunda y 100 de tercera, que se labran con ganado vacuno: de las tierras cultivadas, 157 1/2 fanegas fueron del clero, siendo su valor en venta 47.250 reales, y en renta, 2.362.El río Huebra pasa fuera del término a 1/2 leguas; los caminos son de pueblo a pueblo; Producción: buen trigo candeal, algo de rubión, algarrobas, garbanzos y titos de que se valen para cebar los cerdos; hay también cría de ganado vacuno, lanar y cabrío, escasa por los pocos pastos: la mitad del trigo se vende en los mercados de Tamames y Ciudad-Rodrigo, los demás frutos se consumen en el pueblo; Población:68 vecinos 252 habitantes.; Riqueza: Capital Productos 260.650 reales. Imponible 13.032 reales.: Contribución 3.696 reales. Distancia de la corte 40 leguas y es su patrona Nuestra Señora de la Asunción. En lo antiguo fue fortaleza y una de las que D. Sancho dio en rehenes a D. Alonso para seguridad de las treguas que estos reyes de castilla y Navarra hicieron en Guadalajara el año 1207.
Trascripción literal del libro HISTORIA DE SALAMANCA, publicado por la Gaceta Regional, en 1996 :
En la página 28 se hace referencia a la localidad de Abusejo. En el capítulo titulado HISPANORROMANOS, GERMANOS Y MUSULMANES, y dentro del apartado "Bajo el poder de los visigodos", podemos leer textualmente:
"El hallazgo más destacado, sin embargo, es el denominado tesoro de Abusejo, formado por 110 monedas que fueron descubiertas en el interior de una vasija de barro en 1932. La moneda más antigua pertenece al reinado de Recaredo (finales del siglo VI), y las más recientes son del reinado de Witiza por lo que, al encontrarse todas juntas debieron ser enterradas en el reinado de este último, inmediatamente antes de la invasión musulmana o quizá con motivo de ella".

viernes, 11 de abril de 2008

Villamayor

Se extrañaba D. Luis Maldonado, catedrático de Derecho Civil ya por los años 1860-1926, cuando cariñosamente la llamaba "Villamenor", la población en 1600 era de 150 habitantes y de 450 en 1851. Años después nos ha hecho recapacitar cómo sin tener estilo de villa castellana, población distinguida de aldeas y lugares con ciertos privilegios, recibe tal título.
Cabría hacernos la siguiente reflexión: ¿No estáremos viviendo sobre un "asentamiento romano"? ¿Residiremos en una "villa romana", una villa mayor por comparación con otras casas de campo más pequeñas, que existieran en el entorno? Semejantes datos nos orientarían hasta la terminología que aparece en los libros parroquiales de 1564, donde consta el nombre de Villa mayor que se transforma más tarde en Villa mayor, y que a finales del siglo XVI ya se escribe Villamayor.
Cada ciudad tiene una personalidad que le es propia y que en parte le viene dada por su entorno, ya que los rasgos que caracterizan a cada ciudad y la dotan de singularidad no se pueden separar en modo alguno del espacio geográfico en que ésta se desarrolla.
Dentro de la influencia del entorno que la rodea, Salamanca -al menos en lo que se refiere a su aspecto arquitectónico- se caracteriza por su colorido, por el tono dorado que dan a sus calles las construcciones realizadas con piedra de las cercanas canteras de Villamayor (localidad situada a 5 Km de la capital salmantina), que varía constantemente según la fuerza del sol, por lo que se dice que Salamanca cambia de cara a lo largo del día y con las estaciones.
El museo arquitectónico que hoy es Salamanca ha sido posible en parte gracias precisamente a esta arenisca con la que están construidos los edificios salmantinos, que en el momento de la extracción es blanda, aunque con el tiempo endurece y se hace resistente. Fue esta cualidad la que permitió que en Salamanca se desarrollara el llamado estilo plateresco, caracterizado por las filigranas de sus obras.
Muchas son las características particulares de la arenisca de Villamayor que la convierten en una piedra de enorme valor artístico y arquitectónico. Sin embargo, los canteros lo que más resaltan es la facilidad con la que se puede tallar y el partido que se le puede sacar debido a la finura de su grano. Pero de ser una piedra aparentemente frágil, es también una piedra de gran dureza, que permite cualquier tipo de trepanación, encaje o calado. También destacan su suavidad, su finura y su color.
Es probablemente esta última característica la que convierte a la arenisca de Villamayor en una piedra muy agradable a la vista. Los expertos señalan que sus tonos son infinitos. Entre ellos destacan los ocres, rojizos, rosas o amarillos. Otro de los aspectos que llama la atención de esta arenisca es su enorme porosidad, igual que coge la humedad, la desprende.
También tenemos que destacar como monumento emblemático de nuestro pueblo el templo parroquial "San Miguel Arcángel"; en el interior, un atrevido contraste. Dos espiritualidades han sabido potenciarse mutuamente: Los siglos XIV, XV y XVI han moldeado las huellas de espíritus austeros, duros. Fundamentalmente jugando con la desnudez de la piedra y de la madera. El siglo XVIII quiere ser lo contrario, luminosidad, adornos por todas las partes, es la hora del final del barroco, y la piedra de nuestro pueblo sirve de perfecto material plástico para el grandioso retablo. La torre es solidez y voz.

jueves, 10 de abril de 2008

Peñaranda de Bracamonte

Es probable que Peñaranda naciese entre los siglos XII y XIII repoblada por gentes de Peñaranda de Duero, dándole su nombre de origen. En el siglo XV se la conoce con el nombre de Peñaranda de Cantaracillo y posteriormente del Mercado. El nombre actual se debe a la concesión por Felipe III del título de conde de Peñaranda a Don Alonso de Bracamonte en 1602. Peñaranda situada en un cruce de caminos entre el eje Norte-Sur de la Cañada Real de las Merinas extremeñas y el este y oeste de los caminos de arrieros que viajaban de Salamanca hacia Madrid, se convirtió en un centro importante, otorgándosele por Juan I la concesión de un mercado semanal (1370), motor económico de Peñaranda desde sus inicios. Paralelo a la importancia del mercado se desarrolla a partir del siglo XVI una industria donde predominan los zapateros, sastres, curtidores…, en el XVII y hasta el XIX cobra importancia la industria textil, destacando las fábricas de jergas. Es curioso señalar que administrativamente Peñaranda ha sufrido diversos cambios en cuanto a su dependencia. En la Edad Media perteneció a la Tierra de Alba; en 1771 aparece formando parte del Cuarto de Valdevilloria, es decir, de la Tierra de Salamanca. En el mapa de Tomás López figura incluida en la provincia de Ávila, juntamente con Paradinas, Rágama, Cantaracillo y Bóveda del Río Almar. En 1833 todos estos términos se integran en la provincia de Salamanca, y Peñaranda se convirtió en cabeza del partido judicial que lleva su nombre. Su devenir histórico se vincula desde el siglo XV a la familia Bracamonte, señores de estas tierras hasta su paso a la casa de Frías en 1703. De ellos toma el apellido y gracias a su miembro más insigne, D. Gaspar (plenipotenciario de Felipe IV en Westfalia, virrey en Nápoles y Presidente del Consejo de Indias) se funda el Convento de las Madres Carmelitas que conserva un riquísimo patrimonio artístico legado por D. Gaspar. A lo largo de la historia conoce Peñaranda la labor de otros mecenas como Francisco García de la Cruz que fundó una escuela de primeras letras y una preceptoría de gramática, bajo tutela municipal, gratuita, a principios del siglo XIX en el mismo lugar que hoy ocupa el Centro de Desarrollo Socio Cultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, último benefactor de la ciudad en la que recientemente ha inaugurado el Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas. Peñaranda se ve afectada por la guerra de la Independencia, en el pueblo se acuertela durante cuatro años una guarnición francesa al mando del comandante Montigny. En 1843 se inauguran las obras que enlazan la carretera de Salamanca con Madrid. La segunda mitad del siglo aporta figuras importantes relacionadas con el ascenso de las profesiones liberales y con el auge de la burguesía. En 1878 se empieza a editar La Voz de Peñaranda, primer periódico provincial, en 1881 se inaugura el Teatro Calderón, en 1894 llega el ferrocarril a Peñaranda, en 1900 la luz eléctrica, en 1906 la plaza de toros, en 1908 el rey Alfonso XIII concede el título de CIUDAD a Peñaranda.

martes, 8 de abril de 2008

Ledesma

En el periodo romano tenía el nombre de Bletissa, después en el 763 cogió el nombre actual (Letesman en latín y Lledesma en leonés) al reconquistarla Alfonso I de Asturias y León. Tras perderla este rey astur-leonés, en el 939 Ramiro II de León la reconquista definitivamente y la repuebla. Más tarde Alfonso VI de León volvió a repoblarla y le dió Fueros. En la segunda mitad del siglo XII Fernando II de León le dió el último impulso repoblador y le otorgó unos nuevos Fueros. Tras las "Partidas" de Alfonso X a Ledesma le son abolidos sus Fueros, quedando bajo la misma jurisdicción que el resto del Reino de León. Tras la división en provincias quedó enclavada dentro de la de Salamanca. En la última reforma provincial perdió su partido judicial, quedando una parte de él en el de Vitigudino y otra parte en el de Salamanca.

La Villa de Ledesma se encuentra a 35 km de la ciudad de Salamanca y se extiende sobre una muela granítica a 780 m de altitud bordeada en sus flancos oriental y septentrional por el río Tormes. El caserío ha ocupado este resalte natural probablemente desde época pre-romana. La situación estratégica a orillas del río y su fácil defensa, junto al menhir (16 y el verraco (1) de Ledesma, nos hablan de la existencia de un castro prehistórico como primer asentamiento del lugar.
La época romana dejó testimonios de la ocnpación de estas tierras situadas en la frontera norte de la Hispania Ulterior. Algunos ejemplos son el Puente Mocho sobre la Rivera del Cañedo o el puente que salva la Rivera de Fuentes Luengas, en la dehesa de Peñacerracín, que conservan la fábrica romana. Vestigio de la romanización es también el cipo o mojón terminal incrustrado en la pared nordeste de la iglesia de Santa María, cuya inscripción hace referencia a César Augusto y a Bletisa como posible denominación romana de la actual Ledesma; el cónsul Bleto quedó al cargo de la ciudad en el año 93 y la dio su nombre, que sucesivamente pasó por los de Belisa, Lelisa, Letisma y Letesma antes de llegar a ser Ledesma.
El emperador César Augusto pontífice máximo, de la potestad tribunicia XXVIII, cónsul XlII, padre de lo patria. Término augustal entre Ledesma, Ciudad Rodrigo y Salamanca.
La presencia musulmana se remonta al menos hasta el año 745, año en el que sufrieron martirio los clérigos Leonardo y Nico]ás, a la sazón instructores de Nicolasín, hijo del señor árabe de Ledesma, que fue bautizado y también martirizado. La convivencia entre los nuevos y los viejos pohladores debió ser amistosa, a pesar de los acontecimientos descritos, y todo parece indicar que los dominadores ocuparon ]a parte noble de la villa y los cristianos se situaron en las afueras. La pujanza económica de aquellas épocas y los primeros intentos de repoblación cristiana por parte de Ramiro II tras ]a batalla de Simancas explican los ataques de Almanzor en los años 978 y 979 así como el relativo vaciamiento de las tierras ledesminas hasta bien entrado el siglo XI. La repoblación definitiva de Ledesma llega con e] rey Fernando II de León, que otorga el fuero en el año ]16] e inicia una época de esplendor de la villa cuyo alfoz se sitúa entre los de Salamanca, Zamora y Ciudad Rodriga. Es también ahora cuando se erige la muralla con grandes bloques de granito y varias puertas que refuerza los 40 metros del foso del Tormes.
El medievo convierte a Ledesma en centro político y en punto estratégico para ]a comunicación entre los territorios del norte y este de] reino de León, además de articular las relaciones de los núcleos circundantes; recordemos que en el vado de] Tormes, al pie de la villa, se entrecruzan seis vías pecuarias, algunas utilizadas asimismo como calzadas, que son la Colada de Fermoselle, el Cordel de Almeida, el Cordel de Ciudad Rodrigo, la Vereda de Asmesnal, lVereda de Peñalvo y la Colada de Doñinos de Ledesma, La situación fronteriza de Ledesma es un acicate para la llegada de repobladores gallegos y asturleoneses que de forma espontáuea se establecen en estas tierras.
El alejamiento geográfico y el papel de los caballeros en las batallas con los musulmaues y los portugueses y en la lucha por la indepeudencia del reino de Castilla supuso una organización política y económica en gran medida independiente del poder real y con un fuerte peso del Concejo, más allá del carácter realengo de estas tierras o de la cesión temporal a diferentes señores. En el año 1462 el rey Enrique IV cede el dominio de Ledesma a su favorito Don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, que se convierte en el primer conde de Ledesma e impone su escudo a la villa que, desde este momento y hasta la disolución del régimen señorial en el siglo XIX, pertenercerá a sus legítimos descendientes. Las franquicias del mercado semanal de los jueves y el dominio de Ledesma sobre 116 lugares, 35 alquerías y 30 despoblados situados en sus cinco rodas convierten a la ciudad en punto de intercambio. La centralidad comercial y la bonanza económica se traduce en un aumento demográfico y en la expansión del caserío más allá del recinto murado -ocupado por la nobleza, la administración y la iglesia- y del arrabal histórico de Los Mesones. De esta forma surgen al sur y al oeste los arrabales de Santa Elena, San Pablo, del Mercado, San Jorge, las Huertas y Las Vent¡¡s donde se instalan los nuevos labrantines, comerciantes y jornaleros que acuden a la villa y elevan su población de 489 vecinos a finales del siglo XVI a 600 a principios del siglo XVII. La sucesión de hambrunas, malas cosechas y peste unido a la salida de la nobleza civil y eclesiástica hizo retroceder la población en los siglos siguientes por debajo de los 450 vecinos.
El siglo XX ofrece un comportamiento positivo hasta 1950, cuando Ledesma alcanza su máximo poblacional con 2.806 habitantes. A partir de este momento la absorción por parte de la capital salmantina de las actividades mercantiles y de las funciones de centralidad resta protagonismo a Ledesma y la sume en una fase de atonía y regresión socio económica, sólo frenada en los últimos años. En los albores del siglo XXI Ledesma cuenta con poco más de 1.900 habitantes e inicia el milenio con una renovada ilusión por liderar las nuevas propuestas de desarrollo endógeno comarcal.

domingo, 6 de abril de 2008

Alba de Tormes

El origen histórico de la villa de Alba de Tormes es incierto, según el P. César Morán corresponde a un castro prerromano y luego a un núcleo de población romana con el nombre de Albocola. Por otro lado, hay indicios que hunden las raíces de su ocupación a los primeros períodos prehistóricos en relación con su situación topográfica en la margen derecha del río Tormes. En las terrazas del río, próximas a la villa, encontramos yacimientos de industrias líticas Achelenses del Paleolítico Inferior que se corresponden con bifaces fabricados a partir de cantos rodados de cuarcita. Además, la ribera del Tormes está salpicada de restos de sepulcros megalíticos, el más común es el dolmen de corredor, del Neolítico final y del Calcolítico.

El paso de sucesivas culturas han dejado huellas poco visibles en el solar albense. La única referencia de la antigüedad es de época romana y corresponde a restos de cerámica tosca y fragmentos de tégulas del poblado de Las Revillas, al sureste de Alba de Tormes: También, en las proximidades de la villa, se reconoce la calzada romana a Salamanca y se intuye el trazado aproximado del puente de esta época.

En el siglo X, después de un período sin noticias de Alba de Tormes, aparecen de nuevo referencias de la población con el establecimiento de la frontera entre los cristianos y los musulmanes en el río Duero. El monarca leonés Ramiro II, tras la derrota del ejército musulmán en Simancas (939) y la victoria en Alhandega, pobló las ciudades abandonadas con gentes leonesas y de otras naturas, aunque la repoblación de la “Extrema Durii” no se consolida hasta la caída de Toledo en el año 1085. El definitivo proceso repoblador fue ordenado por Alfonso VI al conde francés don Raimundo de Borgoña y a su hija la infanta doña Urraca, cuando cesaron las incursiones de Almanzor y Ghalib.

El 4 de julio de 1140, el rey Alfonso VII, el Emperador, otorga en Salamanca el Fuero al concejo de Alba, con jurisdicción sobre un amplio marco territorial conocido como “villa y tierra”. La villa estaba formada por el núcleo de población murado y su arrabal y las vecindades de Martinvalero, Amatos, Las Huertas, Palomares, Tejares, Torrejón y Aldehuela. Estas vecindades se abscriben a distintas colaciones o “collaciones” de la villa con el fin de tributar a las iglesias de Alba: “Tejares nombra empadronador y cogedor junto con la iglesia y collación de Santo Domingo, uniéndose a ellas San Marcos y Santa María de las Dueñas, hospital y monasterio respectivamente; Amatos a San Salvador; Martinvalero y Palomares con San Esteban; Torrejón con San Juan; Las Huertas –o Los Huertos- y la Aldehuela, que están vinculadas a San Leonardo, monasterio, constituyen una circunscripción única sin anexión a ninguna iglesia de Alba.

El rey Enrique II de Trastámara, en el año 1373 entrega Alba de Tormes como dote al infante portugués Don Dionís, prometido de su hija doña Constanza. El incumplimiento matrimonial dio lugar a que la villa pasase a don Juan, duque de Valencia y hermano de don Dionís, a la sazón desposado con doña Constanza. La hija de ambos doña Beatriz de Portugal, será señora de Alba hasta 1411, y, a su muerte, engrosa el patrimonio de los Infantes de Aragón.

Las guerras entre los Infantes de Aragón y Juan II, rey de Navarra (1429-1430), se resuelven con la victoria de éste último apoyado por Don Alvaro de Luna y otros grandes linajes, provoca que el señorío se ceda a la estirpe Álvarez de Toledo. El primer señor de Alba de la familia será desde el 4 de marzo de 1430, Don Gutierre Álvarez de Toledo (Obispo de Palencia), quien levanta un hospital, el monasterio de San Jerónimo y el palacio. La villa la hereda en 1446 su sobrino Don Fernando Álvarez de Toledo, señor de Salvatierra y, desde 1439, primer Conde de Alba. Don García sucede a su padre en el año 1464 añadiendo a la casa la dignidad ducal a partir de 1469, por concesión de Enrique IV. A finales del siglo XV (1488), toma posesión del ducado Don Fadrique, quien se lo cede a su nieto Don Fernando Álvarez de Toledo, más conocido como el “Gran Duque de Alba”, por sus hazañas bélicas y por su labor a favor de las artes y las letras.

La villa durante el siglo XVI desarrolla la vida cultural más fértil de su historia de la mano del III Duque de Alba y de Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada, Santa Teresa de Jesús. La Santa visita Alba de Tormes para asistir al enlace de su hermana doña Juana de Ahumada con Don Juan de Ovalle –contador de la Casa de Alba- y para fundar un monasterio de la orden del Carmelo a instancias de Don Francisco de Velásquez y Doña Teresa de Layz. La comunidad de monjas se traslada al convento definitivamente en 1571. Unos años más tarde, de regreso de uno de sus viajes procedente de Medina del Campo, Santa Teresa enferma y muere en su celda del Monasterio de la Anunciación el 4 de octubre,a las nueve de la noche de 1582.

La historia de Alba de Tormes se oscurece en los sucesivos siglos al coincidir con los destrozos provocados por las grandes crecidas del río Tormes (1626, 1739, 1743 y 1840), la Guerra de la Independencia (1812-1813) y el proceso desamortizador de los bienes religiosos (1836). La recuperación y el desarrollo adquirido a finales del siglo XIX y durante el XX nos indican que Alba de Tormes quiere tener un hueco en la historia del nuevo milenio.

sábado, 5 de abril de 2008

Béjar

Los primeros pobladores que habitaron la ciudad de Béjar fueron los Vetones este hecho se remonta hacia el año 400 a.C., estos se dedicaban principalmente a la ganadería bovina, ocupaban la parte mas al sur de la ciudad, lo que ahora se conoce como "La Antigua", y el resto, hasta "La Corredera" eran huertas y corrales.
En el año 218 a.C. los romanos llegan a España y paulatinamente comienzan la conquista, a principios del siglo I a.C. Béjar pasa a manos de las tropas romanas, ellos fueron los que construyeron la calzada de la plata, que pasa muy cerca de Béjar de la cual todavía se conservan algunos restos.
En el año 711 los musulmanes entran en España, hacia el año 713 fue conquistada la ciudad por los bereberes, comienza aquí un gran periodo casi de 500 años en los cuales Béjar fue musulmana. A finales del siglo XI el rey Alfonso VI, conquistó Salamanca y por estas fechas fue construida la Alcazaba y las murallas, las cuales aun se conservan en gran parte.
A mediados del siglo XII Béjar volvió a caer en manos cristianas, según cuenta la leyenda, el hecho tuvo lugar un 17 de junio tras reunirse los cristianos en el monte y recubrir sus ropajes y armas con musgo, lo cual les daba un aspecto monstruoso. A finales del siglo XII es cuando la ciudad toma por primera vez, según recogen algunos documentos de la época, el nombre que aún conserva. Musulmanes, judíos y cristianos convivieron en Béjar durante varios siglos.
En el siglo XIII se producen dos hechos muy importantes, por un lado tuvo origen la fabricación de paños que más adelante daría lugar a nuestra industria textil, y por otro lado Alfonso X mandó que por la Tierra de Béjar no pasara la Cañada Real, despojando de privilegios a los ganaderos bejaranos.
En 1310 se fundó el Convento de San Francisco, Actual centro de cultura de la ciudad. Durante todo el siglo XIV Béjar cambia varias veces de manos, hasta llegar a manos de D. Diego López de Zúñiga, que durante más de 500 años van a ser los dueños absolutos de Béjar
El hecho más importante de la historia bejarana data del siglo XV con el hallazgo de la imagen de la Virgen del Castañar a manos de dos pastores de La Garganta.
También data de este siglo la creación por parte del duque de la Feria de Béjar, que se celebraba desde el 26 de Julio hasta el 20 de Agosto. Este hecho supuso un gran beneficio comercial y económico para la ciudad y principalmente para los Zúñiga. En la primera mitad de este siglo murió D. Diego de Zúñiga y le sucedió D. Álvaro, manteniéndose a misma estructura señorial existente hasta el momento.
Durante el siglo XV la industria textil castellana fue protegida y favorecida por varias leyes y tuvo bastante auge, pero sin llegar a su pleno apogeo.
En la primera mitad del siglo XVI se creó el primer hospital de Béjar y sobre 1575 ya había 6 hospitales en la ciudad, reagrupándose todos posteriormente en el edificio de la iglesia de San Gil. Este hospital creado con el nombre de Santo Hospital ha llegado a prestar servicios hasta el siglo XX.
En 1565 fue edificado el castillo para convertirlo en el Palacio Ducal, este castillo fue construido sobre la alcazaba árabe de la cual todavía se puede observar algún resto. Desde ese instante los duques de Béjar fijaron allí su residencia. Tan solo dos años después del comienzo de la edificación del Palacio Ducal, el mismo duque mandó construir el palacete, estanque y los jardines de "El Bosque".
En el siglo XVII se produce un nuevo cambio de duque, pasando el ducado a manos de Alonso I, al cual fue dedicado en 1605 la primera parte de "El Quijote", también Góngora en 1613 dedicó su famoso poema "Soledades". En el último cuarto de este siglo se produce el lanzamiento de la industria textil, con la construcción en 1669 la Fabrica de Paños y 22 años después trajeron a Béjar a un grupo de flamencos para que enseñaran a los bejaranos el arte de la fabricación de los paños.
En 1667 se celebró la primera corrida de toros en El Castañar, en una improvisada Plaza de toros.
A comienzos del siglo XVIII, se construyo la plaza de Toros considerada la más antigua de cuantas existen hoy en España, ya que la primera corrida de toros de la cual se tiene conocimiento data de 1711, esta plaza también fue utilizada de teatro
Durante el siglo XVIII Béjar se enfrenta a una larga cadena de hechos en los que Béjar lucha por su libertad. De 1808 a 1812 los bejaranos tuvieron que soportar varios actos de pillaje como fue el incendio del palacio ducal por el ejercito francés en su estancia, o el incendio de varias fábricas bejaranas por parte de lord Wellington a cargo del ejercito ingles.

viernes, 4 de abril de 2008

Distintas leyendas de Salamanca capital

LA CALLE TENTENECIO: Dice una leyenda popular que la calle Tentenecio le debe el nombre a que una vez que San Juan de Sahagún caminaba por ella, se le acercó a la embestida un toro enorme que corría enloquecidamente. Sahagún le gritó "¡Tente, necio!" y el toro, asombrosamente, se paró mansamente. A esta leyenda debe el nombre la calle.

COLEGIOS UNIVERSITARIOS: Durante mucho tiempo, los estudiantes de la universidad se albergaron en colegios que estaban repartidos por todo el barrio antiguo. Cada uno de ellos se distinguía de los demás por su uniforme, cuyos colores recordaban a determinados pájaros. Por ello, en la ciudad se decía que los colegios eran como nidos que se cobijaban en la copa del árbol universitario y a él venían a anidar golondrinos (los colegiales dominicos), pardales (franciscanos), cigüeños (mercedarios), grullas (bernardos), tordos (jerónimos), palomos (mostenses), verderones (los de San Pelayo)...

LA RANA DE LA UNIVERSIDAD: La rana que aparece sobre una de las calaveras que decoran la fachada del edificio original de la Universidad de Salamanca también tiene su historia. Al parecer, el estudiante que no la logra ver suspende el curso.

LA CASA DE LAS MUERTES: La Casa de las Muertes se llama así por las calaveras (en Salamanca se llama a las calaveras, muertes) que adornan su fachada. En una ocasión en que se reformó el edificio, las calaveras se redondearon y se convirtieron en bolas, pero permaneció tan tétrica denominación y ello fue motivo suficiente para que la imaginación popular inventara una leyenda que corrió durante muchos años. Según ella, el nombre le venía de que en la casa fue encontrada muerta una mujer sin que nadie se explicara cómo había ocurrido la desgracia. La maldición pesaba sobre la casa y todo aquel que viviera en ella moriría. Esto dio lugar a que permaneciera vacía mucho tiempo y a que la gente al pasar ante ella bajara misteriosamente la voz. Actualmente las esferas se han vuelto a esculpir como calaveras (mucho más pequeñas que las originales).

EL MARIQUELO: El Mariquelo es un personaje típico de Salamanca que cada año en víspera de la festividad de Todos los Santos sube al campanario de la catedral nueva para conmemorar el hecho de que el terremoto de Lisboa de 1755 apenas afectó a la estructura de este edificio. Desde entonces, un varón de la familia de los Mariquelos ha cumplido con la tradición hasta 1976, cuando esta costumbre murió. En 1985, Ángel Rufino de Haro decidió reanudar la tradición y cada año, ataviado con el traje típico charro, sube hasta el punto más alto de la torre de la catedral para tocar una charrada con el tamboril y la gaita.

VÍTORES: Este símbolo puede verse en algunos palacios y edificios como el Palacio de Anaya y se trata de un reconocimiento a los estudiantes que conseguían doctorarse. El tono rojizo inconfundible se debe a la mezcla de sangre de toro, almagre, barniz o resina que se utilizaba para pintarlos.

PÚLPITO DE FRAY LUIS DE LEÓN: Mítica es la frase que pronunció al iniciar una de sus clases al comenzar “deciamos ayer” . Este hecho no tendría mayor trascendencia sino fuera porque pasaron cinco años desde que tuvo que abandonar sus enseñanzas de teología al permanecer todo este tiempo en la cárcel.
LA CUEVA DE SALAMANCA: Este lugar próximo a la Catedral cuenta la leyenda que era donde el diablo instruía a algunos estudiantes y enseñaba magia, alquimia y otras prácticas en aquellos años prohibidas. De todos sus discípulos, destacó Enrique de Villena, quien llegó a desafiar al mismo Satanás gracias a sus enseñanzas.

ASTRONAUTA (CATEDRAL NUEVA): Los antiguos canteros y constructores de catedrales utilizaban un curioso método para firmar sus obras y empleaban un elemento de su tiempo casi siempre camufladas bajo figuras. La que representa al astronauta es la más famosa y reciente, pero hay más igual de curiosas y sorprendentes.

SALAMANCA COMUNERA: Francisco de Maldonado nace en Salamanca en 1480. Siendo capitán de las tropas de Salamanca, se une al movimiento comunero y acude a Torrelobatón en ayuda de las fuerzas de Padilla y Juan Bravo. Ataca Tordesillas, pero esta ciudad recibe refuerzos de las tropas realistas. Entonces sus fuerzas se acantonan en la Fortaleza de Toro, desde donde acude a Torrelobatón, para ser vencido poco después en Villalar. Su decapitación, junto con sus compañeros, significará el principio del fin de la Guerra de las Comunidades de Castilla. El día de la derrota de Villalar fue un 23 de abril de 1521 y ahora cada 23 de abril se celebra el día de Castilla y León.

Ciudad Rodrigo

Ciudad Rodrigo se encuentra ubicado sobre una pequeña colina desde la que se divisa la Sierra de Gata. A sus pies discurre, tranquilo, el río Agueda. Es una posición privilegiada y estratégicamente óptima para la defensa.
Los primeros pobladores que le dan cierta identidad son los Vetones hasta la llegada de los Romanos. De ellos nos han llegado los famosos "Verracos" muy conocidos en esta zona.
Ciudad Rodrigo queda enmarcado en "La lusitania" tras la ocupación de la península Ibérica por los Romanos. De aquella época nos han llegado "las tres columnas", símbolo de la ciudad. El gentilicio de sus habitantes es "Mirobriguenses" que viene del antiguo nombre Romano de la Ciudad que era Miróbriga.
Tras el paso de los Romanos llegarán la grandes invasiones Bárbaras y Arabes y Ciudad Rodrigo queda enmarcada en "la tierra de nadie". Esta etapa es seguramente la menos documentada y la periodo más oscuro de nuestra historia y tendremos que esperar hasta los alrededores del año 1100 para ver el resurgimiento del enclave. Don Rodrigo, un noble Castellano, la reedifica y repuebla invitando a otros nobles a mudarse a la ciudad con ciertos privilegios...De este noble toma la ciudad su nuevo nombre.
Fernando II de León es probablemente el rey más importante para la ciudad puesto que por su valor estratégico decide fortificarle, repoblarla y convertirla en un lugar clave del Oeste del Reino con un papel fundamental en el control del Reino vecino de Portugal. Murallas, catedral, puente sobre el río Agueda son construcciones que se ponen en marcha. La lucha con el reino de Portugal marcará los siglos venideros hasta llegar al máximo apogeo durante el siglo XV y XVI. Durante estos siglos, la ciudad tendrá una cierta importancia en esta zona "Leonesa" y por norma general siempre se mostró fiel al Rey de León frente a los Reyes Castellanos.
Durante los siglos XVII y XVIII el valor estratégico militar de la ciudad se acentúa y se realizan obras defensivas siguiendo el sistema abaluartado que se puede apreciar en otras construcciones cercanas como la ciudad de Almeida y el el fuerte de la concepción. Este sistema se concibe en forma de estrella para posibilitar el ataque lateral del enemigo que se ha adentrado en la zona de defensa. Consiste en una muralla protegida por foso y contrafoso que están diseñados en forma de estrella como se puede ver en el ejemplo. Es un diseño creado por el Francés Vauban, ministro de Louis XIV.
Ciudad Rodrigo tuvo que soportar la Guerra de la Independencia como otras ciudades Españolas, pero aquí fue especialmente cruenta puesto que la ciudad sufrió dos asedios de varios meses. El primero, realizado por las tropas de Napoleón y el segundo, cuando la plaza estaba ocupada por los franceses, a mano de las tropas Inglesas, Portuguesas y Españolas del General Crawford que iniciaban la reconquista. Ambos fueron seguidos de saqueos, violaciones, robos, destrucción....que destrozaron la ciudad y sus habitantes. Al término del primero de ellos, prácticamente no quedaba ninguna casa en pie si exceptuamos la Catedral que servía de polvorín y último refugio. Aún hoy se puede apreciar, a pesar de la reconstrucción, la zona que llamamos "la brecha" por donde finalmente entraron los franceses a bases de martillear día y noche la espléndida muralla defensiva. Tras la capitulación de la ciudad, los franceses se llevaron el tesoro más querido de los Mirobriguenses: el retablo que adornaba la catedral, cuyas pinturas son obra del Maestro Bartolomé y de Fernando Gallego. Unas 50 tablas policromadas que fueron a parar a los Estados Unidos y que hoy, se pueden ver en el museo del arte de la Univesidad de Arizona en Tucson. La imagen corresponde a una de las pinturas de dicho retablo

jueves, 3 de abril de 2008

Salamanca Capital

Los orígenes de la ciudad de Salamanca se remontan a las tribus celtíberas en el siglo IV, AC. Otros pueblos que tuvieron presencia fueron los vaceos, y más que éstos, los vetones, que imprimieron una fuerte personalidad a las zonas de las actuales provincias de Ávila, Toledo y Salamanca. Ésta última, al ser vetona, se diferenciaba de otras provincias más norteñas, que tenían presencia cisastur.Su situación estratégica hizo que fuera plaza de valor, siendo conquistada por Aníbal y los cartagineses; y posteriormente, fue romanizada y anexionada a la provincia de Lusitania. Esta, fue una época de gran desarrollo para la ciudad, ya que era un punto clave de la Ruta de la Plata.De todo ello quedan innumerables vestigios, tanto en la ciudad como en la provincia; ejemplo de ello que Ciudad Rodrigo fuera llamada en sus orígenes Vettonia, las calzadas romanas, los famosos verracos de piedra o los puentes romanos.Los historiadores griegos se refierieron a ella como Helmántica y Salamántica, pero no fue hasta el siglo XIII cuando tomó el nombre de Salamanca.Su cristianización no tuvo lugar hasta el año 600, por parte de los visigodos, y fue nuevamente conquistada por los moros 120 años después.El rey Alfonso VI reconquistó estas tierras de nuevo en 1096, y pidió a su yerno, Raimundo de Borgoña, que la repoblara. Esta repoblación fue llevada a cabo principalmente por castellanos, portugueses, gallegos, judíos, franceses y mozárabes.En 1218, fue cuando el rey Alfonso IX fundó los Estudios Generales, precursores de la Universidad de Salamanca. Su desarrollo creció debido al interés de Fernando "El Santo" y de Alfonso X "El Sabio" quien dio el nombre de Universidad, al Estudio General.La Universitas Studii Salmanticensi, fue la tarjeta de visita de la ciudad y su proyección intelectual.El Papa Alejandro IV llamó a la universidad de Salamanca en 1254 “una de las cuatro luces que alumbran al mundo” (junto con las universidades de Oxford, París y Bolonia).La visita de CRistóbal Colón a Salamanca y su protección por parte de los sacerdotes dominicos del convento de San Esteban, propició su presencia ante la reina Isabel; hecho que a la postre tuvo como resultado el descubrimiento de América.Esos años a finales del siglo XV se convirtieron en los tiempos de la teología católica de la Contrarreforma contra los protestantes, representada por el Concilio de Trento.Fue en este tiempo cuando empiezan a aflorar por doquier las iglesias románicas con su inconfundible planta circular, y por encima de todas, la Catedral Vieja.Los católicos impulsaron definitivamente las ansias renovadoras de la ciudad: adecentando calles y remozando edificios monásticos, docentes y hospitalarios.Durante el siglo XV, Salamanca fue el escenario de grandes rivalidades entre las familias nobles de la ciudad, articuladas en dos bandos que se repartieron la ciudad: el de San Benito y el de Santo Tomé.Con el auge de la Mesta, Salamanca adquirió renombre por sus manufacturas textiles y como exportador de lana. Fue entonces cuando Salamanca se unió al movimiento Comunero, contra los nuevos impuestos que reclamaba Carlos V en las Cortes, en defensa de sus manufacturas textiles, contra los privilegios de los exportadores de lana; aportando para ello a sus milicias al mando de Pedro y Francisco Maldonado.El siglo XVI fue la época de mayor esplendor de la ciudad, tanto en la demografía como el la vida universitaria, gracias al prestigio de sus profesores.Durante la guerra de independencia, Salamanca fue ocupada por las tropas del mariscal Soult (1809), permanenciendo en manos francesas hasta la Batalla de los Arapiles, en la que vencieron los ejércitos aliados bajo el mando de Wellington.En 1873, tras proclamarse laPrimera República, sufrió un levantamiento cantonalista, que rápidamente fue sofocado.El resto del siglo propició una leve recuperación al ser nombrada capital de la provincia y haberse construido el ferrocarril que unía Francia con Portugal.La sublevación militar contra la Segunda República, triunfó en Salamanca desde el primer momento.Durante la Guerra Civil (octubre 1936 – noviembre 1937), su Palacio Episcopal fue residencia y centro de mando del general Franco. La ciudad también fue sede de las organizaciones falangista y algunos ministerios.La proclamación por parte de la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1988 o la Capitalidad Europea de la cultura en 2002 no hacen sino confirmar el legado artístico y monumental que los años de historia han ido dejando en Salamanca.

La provincia de Salamanca, historia a Historia

Antes que nada, discúlpame la osadía de publicar un blog con las pretensiones de éste, pero es que no encontré nada parecido en internet. ¿Cuál es la idea? Recopilar la Historia de cada pueblo de la provincia de Salamanca, y ponerlas aquí, una tras otra, para que a ti te resulte más fácil encontrar la que buscas, o entretenerte un rato al menos.
No soy historiador, ni tengo capacidad o tiempo para recopilar yo mismo las historias, así que haré algo más prosaico y más acorde a esta época: fusilar los artículos de otros, más versados y más trabajadores que yo. En cualquier caso, y por aquello del copyright, si ves en este blog material protegido por derechos de autor, házmelo saber cuanto antes para que lo retire, pues no es mi intención sacar provecho en beneficio propio del esfuerzo de los demás. En cuanto al resto, aquí lo irás teniendo: que lo disfrutes.
P.D.: De la misma forma, y ya que reconozco mi pereza, te agradeceré si me mandas la historia de tu pueblo: trabajo que me ahorras. Si ya la acompañas de alguna foto interesante, propondré que te hagan un monumento.

Busca más...

Google